viernes, 7 de febrero de 2014

SENTÍAN SIN SENTIR



 

Él venía del salón, ella del dormitorio y en mitad del pasillo, se cruzaron. Ambos agacharon la cabeza, escondieron la sonrisa y esquivaron sus miradas.
Pero en un efímero instante, sin ellos desearlo, sus manos se rozar
on y rescataron del olvido retazos de un pasado no muy lejano.
Una fingida indiferencia acudió a sus rostros. Un malestar que hacía tiempo sentían sin sentir. De sus bocas salieron resoplidos irritados, para no dejar escapar ese suspiro que mantenían preso desde hacía demasiado.

Cada cual siguió su camino, conteniendo el deseo de volver la vista atrás, de reencontrarse con esa persona a la que tanto amaron y por la que hoy se esforzaban para no sentir la ausencia que, de una manera acordada sin palabras, habían decidido compartir.
Se marcharon, él al dormitorio, ella a la cocina y en el pasillo solo quedó el silencio. Ese silencio que se había acomodado entre esas paredes y que convirtió en una casa entristecida, lo que alguna vez fue un hogar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario