viernes, 15 de noviembre de 2013
ARDIENDO EN ÉL
Percibe el suave perfume de su piel y le embriaga el deseo. Ansía que le tome entre sus brazos.
Nota su lengua rozando su cuello y se estremece. La hace enloquecer.
Siente sus manos acariciando sus pechos. Esas manos que recorren su silueta y se posan donde ella más desea.
Nota su aliento entre sus piernas. Consigue hacerla delirar.
Se vuelve perversa y le arranca gemidos suplicantes.
Unen sus cuerpos, meciéndose sin cesar en compases de dulce locura.
Inhala sus suspiros. Saborea su miel. Nada en sus caricias. Se sumerge en la pasión. Se pierde en el placer.
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